La Fibromialgia es una patología fibromuscular acompañada de síntomas músculo esqueléticos, articulares y otros.
En España se calculan que unas 800.000 personas padecen este proceso y entre un 80 y 90% son mujeres siendo la edad más frecuente la comprendida entre los 30 y 50 años.
Como en todas las enfermedades, en la Fibromialgia el cuadro clínico varía en su severidad. En las formas más agresivas, la discapacidad y la limitación o imposibilidad para desarrollar un trabajo específico son evidentes.
Puede ser primaria si no se asocia a otras patologías o secundaria concomitante con otras afecciones.
La Fibromialgia se caracteriza por dolor músculo-esquelético generalizado y sensación dolorosa a la presión en unos puntos específicos (puntos dolorosos).
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Síntomas Observados
El síntoma más importante de la Fibromialgia es el dolor, que es difuso, afectando a una gran parte del cuerpo.
En unas ocasiones el dolor comienza de forma generalizada, y en otras en un área determinada como el cuello, el hombro, la columna lumbar etc. y desde ahí se extiende.
El dolor de la Fibromialgia se puede describir por quien lo padece como quemazón, molestia o desazón. A veces pueden presentarse espasmos musculares.
Con frecuencia los síntomas varían en relación con la hora del día, el nivel de actividad, los cambios climáticos, la falta de sueño o el estrés.
Además del dolor, la Fibromialgia puede ocasionar rigidez generalizada sobre todo al levantarse por las mañanas y sensación de hinchazón mal delimitada en manos y pies. También pueden notarse hormigueos poco definidos que afectan de forma difusa sobre todo a las manos.
Las alteraciones del sueño es otro de los síntomas característicos del SFM (síndrome de fibromialgia), afectándose tanto el ritmo como la calidad del mismo dando lugar no solo a una disminución de la calidad de vida del paciente, sino también a un empeoramiento del dolor los días en que el sueño es de peor calidad.
Otra alteración característica de la Fibromialgia es el cansancio que se mantiene durante casi todo el día, con mala tolerancia al esfuerzo. Se encuentran como si se les hubiera agotado la energía («como si me hubieran dado una paliza»). Este hecho condiciona que cualquier ejercicio de intensidad moderada produzca dolor, lo que hace que se evite. La consecuencia es que cada vez se hacen menos esfuerzos, la masa muscular se empobrece y el nivel de tolerancia al ejercicio desciende aún más.
Las personas con Fibromialgia padecen con mayor frecuencia que las sanas ansiedad y depresión, así como jaquecas, dolores en la menstruación, y el llamado colon irritable, sequedad en la boca y trastornos de la circulación en las manos y los pies.
El Síndrome de Fatiga Crónica se presenta con cierta frecuencia en pacientes con SFM no es un cuadro eminentemente doloroso sino que se caracteriza por debilidad severa en ausencia de causa orgánica, con cansancio crónico debilitante, que no se soluciona con el reposo y que es lo suficientemente grave como para reducir la actividad diaria.
¿Qué causa la Fibromialgia?
La desadaptación al estrés parece ser un hecho básico en la génesis del síndrome de Fibromialgia.
Muchos casos de Fibromialgia aparecen después de una infección bacteriana o viral, un accidente de automóvil, la separación matrimonial o el divorcio, un problema con los hijos., situaciones de estrés físico o psíquico que el paciente no puede superar y acaban generando un desequilibrio.
Patologías infecciosas de origen vírico: Mononucleosis infecciosa
Intoxicación por metales pesados sobre todo mercurio en aquellos pacientes portadoras de amalgamas de plata como tratamiento a las caries dentales.
Patologías infecciosas crónicas de origen bacteriano estreptococias que dieron lugar a faringoamigdalitis de repetición o fiebre reumática juvenil. También antecedentes de tuberculosis.
Trastornos de la alimentación. Intolerancia a la lactosa y caseína de la leche de vaca que puede dar lugar a una patología crónica intestinal dando lugar a cuadros inflamatorios músculo esquelético crónico.
Los estudios médicos en la Fibromialgia se han orientado a analizar si hay lesiones en los músculos, alteraciones en el sistema inmunológico, anomalías psicológicas, problemas hormonales o como se ha señalado previamente alteraciones en los mecanismos protectores del dolor. En este sentido se han detectado en el sistema nervioso de personas con Fibromialgia, niveles bajos de algunas sustancias importantes en la regulación del dolor (particularmente la serotonina) y niveles elevados en el sistema nervioso de sustancias productoras de dolor (sustancia P). Estas alteraciones en los neurotransmisores justifican la hipersensibilidad al dolor de estos pacientes y el síndrome depresivo acompañante.
¿Cómo se diagnostica?
Debemos investigar si existe algunas de las patologías mencionadas solicitando las pruebas de laboratorio pertinentes, entre otras: anticuerpos frente al virus de ebstein Barr, titulo de ASLO, mercurio en sangre si es portadora de amalgamas, prueba de tolerancia a la lactosa. Estos agentes desencadenantes no parecen causar la enfermedad, sino que lo que probablemente hacen es despertarla en una persona que ya tiene una anomalía oculta en la regulación de su capacidad de respuesta a determinados estímulos.
Dado que no existen pruebas analíticas o de imagen que sean específicas de este proceso, el diagnóstico se establece si el paciente cumple unos requisitos determinados por la Academia Americana de Reumatología.
Estos requisitos incluyen el dolor músculo esquelético extenso de más de tres meses de evolución y la objetivación de dolor a la presión en al menos 11 de 18 puntos predeterminados en estructuras músculos tendinosos. Se aprecia además en el enfermo una mayor sensibilidad para el enrojecimiento de la piel al presionar con la mano en cualquier lugar del cuerpo.
Perfil Psicológico. Los enfermos que presentan fibromialgia suelen ser personas que expresan una excesiva preocupación por los pequeños problemas, suelen ser cuidadosos, meticulosos y muy exigentes consigo mismos.
TRATAMIENTO
El tratamiento del Síndrome fibromiálgico tendrá que actuar sobre la sintomatología encontrada y sobre los factores desencadenantes y causales.
- L- triptofano se muestra efectivo en el SFM acompañado de insomnio y estreñimiento, muchas veces indicativo de bajos niveles de serotonina.
- El SAME (S- adenosil Metionina), que aporta a los tejidos oxigeno, lo cual puede reducir los síntomas de dolor y fatiga músculo esquelética generalizada típica de esta patología. Además eleva también los niveles de serotonina en sangre, siendo útil en este SFM en donde hay baja tolerancia al dolor, dificultad para conciliar el sueño y rigidez matutina.
- Oligoterapia que variará según el desequilibrio predominante: cobre oro plata para tratar el cansancio, magnesio como efecto antiálgico, zinc- níquel – cobalto cuando hay un desequilibrio del eje hipotálamo- hipófisis- suprarrenal.
- Importancia del ejercicio físico: Es de vital importancia en esta enfermedad, ya que el reposo produce mayor rigidez articular que empeora el cuadro. Andar a buen paso, pedalear, nadar en aguas climatizadas, bailar, caminar por el campo, gimnasia de mantenimiento con pesas ligeras, Tai- Chi, Yoga, Hidrogym (o gimnasia de mantenimiento en aguas climatizadas pueden mejorar la capacidad de tolerancia al dolor, el humor y facilitar el sueño reparador. Antes de levantarse de la cama es aconsejable hacer ejercicios de estiramiento para eliminar la rigidez que provoca el reposo nocturno.
- La Acupuntura es muy aconsejable en las fases de dolor, los trastornos del sueño y para equilibrar la energía bloqueada.
- Si nos encontramos con una intolerancia a la lactosa o la caseína, retiraremos los lácteos y derivados y en algunos pacientes es importante también hacer un Test. de intolerancia alimentaria.
- Cuando nos encontramos con adultos que sufren durante años faringoamigdalitis de repetición con sensibilidad a los cambios de tiempo, se hace necesario tratar el sistema inmunológico del paciente con tratamientos de fitoterapia y homo toxicología donde se obtienen excelentes resultados.
En definitiva debemos estudiar al paciente de una forma individualizada y a la vez global para obtener unos resultados favorables en el síndrome fibromiálgico.